miércoles, 8 de abril de 2009

Los límites... en su justa medida.


En los primeros años de vida los niños suelen esmerarse en hacernos conocer su inagotable energía. Salto va, grito viene, la casa y el jardín se transforma en un verdadero "campo de batalla; en donde nada parece estar en su lugar y todo suele llevar la distinguida marca de sus huellas digitales.
Los adultos, un tanto confundidos, quizás en función de la era que nos ha tocado vivir, los "dejamos hacer" mientras recordamos épocas lejanas en las que los menores solían pedir permiso hasta para abrir la boca.

Entre estos dos extremos, ¿no habrá alguna alternativa?

Es importante poner límites, sin olvidarse en el intento, de respetar la curiosidad de los niños, ya que un mundo sin leyes, sin orden, sin patrones no ayuda a CRECER.

¿Cómo manejarnos para poner límites, sin por ello dejar de favorecer el desarrollo de la identidad y la propia maduración?

...Con una conducta parecida a un elástico: "Se estira pero tiene un límite". La imagen tiene que ser clara. La falta de límites, sin lugar a duda suele ser la causa de numerosos trastornos infantiles. Entre otros, la agresividad, por lo tanto lo ideal es lograr un equilibrio basado en la comprensión, coherencia y límites claros sin rigidez, arbitrariedades ni autoritarismo.

A veces los nenes tienen conciencia de que están haciendo algo que no deben, otras ni siquiera lo sospechan. Esto nos lleva a pensar que las travesuras tienen orígenes diferentes, por curiosidad, por necesidad de experimentar o investigar ciertas cosas, por ejemplo: ...¿si mezcla la yerba con el azúcar?..."pero si escribe la pared y luego se da vuelta, esperando la mirada del adulto"..., se plantea un desafío a la autoridad del adulto, quién deberá aceptarlo con calma e inteligencia. Hay situaciones que uno sabe que no puede permitir, mientras que en otras se puede ser más flexible.


¿Qué es un límite ...


Es un borde, es un no pero también un sí.
Es respeto por el otro.
Es educar, no para ser sumisos sino para tener la capacidad de defendernos.
Es prohibir y dar permisos.
Es transmitir cuidado por uno mismo y por el otro.
Es enseñar a pensar, a discriminar, a elegir.


Para que el día de mañana puedan ser adultos independientes, fuertes, respetuosos, libres...

2 comentarios:

Carolina Muzi de Cuestas dijo...

Gracias Cecilia y cuerpo docente por crear este espacio! Ojalá sepamos aprovecharlo!

Cariños,
Carolina Muzi de Cuestas

Unknown dijo...

¡Qué lindo sitio! Las felicito. Como les digo amis hijas: "La familia no es institución democrática es jerárquica y si así no lo fuera sería una anarquía".Límites claros y contenedores, que difícil tarea.

Eugenia Racedo