martes, 6 de abril de 2010

Cuándo comenzar a preocuparse si un chico habla muy poco


Perri Klass

The New York Times

No hay nada sencillo respecto al habla y tampoco en lo referente a su retraso, en primer lugar por el desafío que significa diagnosticarlo.
Todos los pediatras conocen la frustración de tratar de cuantificar las habilidades del habla y el lenguaje de un niño pequeño que grita. ¿Cuántas palabras puede decir? ¿Puede unir dos o más términos en una oración? ¿La gente que lo rodea puede comprender lo que dice? Preguntas como éstas, realizadas a sus padres, son formas rápidas que a menudo utilizamos.
Cuanto antes se haga el diagnóstico, antes podrá obtener ayuda el niño con retraso en el habla, y cuanto antes le llegue la ayuda, mejores son las perspectivas.
"El médico que comprende el problema comprende el desarrollo del niño", afirmó el doctor James Coplan, pediatra del neurodesarrollo que creó una importante escala sobre lenguaje temprano para medir el habla de los niños, desde el nacimiento hasta los 3 años de edad (una versión en inglés de la escala se encuentra en la página web www. asha.org/public/speech/development/chart.htm ).
"Los niños comienzan a comprender la mayor parte de lo que escuchan a su alrededor dentro del primer año de vida", dijo Diane R. Paul, directora de temas clínicos de patología del habla y lenguaje de la Asociación Norteamericana del Habla, el Lenguaje y el Oído.
Los niños de un año, agregó, "comienzan a utilizar palabras sueltas y siguen directivas simples y señalan a partes del cuerpo y escuchan historias simples".
A los dos años, comienzan a unir palabras; a los 3, deberían estar utilizando oraciones de tres palabras como mínimo. Las primeras expresiones pueden ser sencillas, pero lo que las produce es muy complejo.
Cuando un niño no logra esos objetivos, puede haber una multitud de razones. Coplan, que también es autor del libro Encontrar el sentido de los trastornos de orden autista ( Making sense of Autistic Spectrum Disorders , Random House, 2002), afirma que considera el retraso en el habla dentro de un contexto muy amplio, que va desde lo cognitivo hasta la comunicación.

¿Se trata de un problema relacionado puramente con el habla y el lenguaje o hay un retraso más global? ¿Algo ha salido mal en las conexiones sociales del niño?

Qué preguntarse:

La primera pregunta que hay que plantearse es si el niño puede oír. Hoy, a todos los recién nacidos se les controlan los oídos antes de salir de la nursery, pero exámenes posteriores pueden detectar una pérdida de oído progresiva o adquirida.

La próxima pregunta: ¿qué pasa con el resto del desarrollo del niño? El retraso del habla y del lenguaje puede ser una manera de que los padres y pediatras adviertan antes un retraso global del desarrollo.

"Se advertirá un retraso del lenguaje receptivo, del uso de las habilidades visuales, como señalar; habilidades adaptativas, como utilizar una cuchara o un crayon . "Un niño de 18 meses que no siga las órdenes, que no utilice la cuchara, indica que estamos ante un retraso global."

Los temas de habla y lenguaje pueden también ser claves tempranas para detectar trastornos del neurodesarrollo, incluidas diversas formas de autismo. No todos los niños con autismo tendrán un habla tardía a pesar de que a menudo no utilicen palabras para comunicarse; un niño así puede haber memorizado el alfabeto, asegura Coplan, pero sin haber aprendido a decir "mamá" o "papá".

Si el oído y el desarrollo del niño son correctos, otra cuestión por tener en cuenta es el entorno. ¿Alguien le habla al bebe? ¿Hay algo que entorpezca, quizás un hogar caótico o uno de los padres severamente deprimido? Tanto el habla como el lenguaje requieren estimulación.

Los pediatras han sido criticados en el pasado por echarse atrás al realizar un dignóstico de habla tardía, pero los tiempos han cambiado, y el doctor Coplan lo atribuye al apoyo de los padres y a un programa federal de intervención temprana (de Estados Unidos), que hizo posible que los niños menores de 3 años tuvieran una evaluación gratuita.

Consejos para padres

A los pediatras se les recuerda una y otra vez no descuidar los retrasos en el habla y el lenguaje, y no quitarles importancia y decir que los niños tardan más que las niñas en hablar o que los hermanos menores tardan más que los mayores. Esos factores pueden contribuir a una variación normal, pero no deben ser utilizados para explicar que un niño no alcanza los niveles esenciales.
Como lo saben todos los pediatras, los que realmente saben en esta historia son los patólogos del habla y el lenguaje.
El doctor Paul ofreció algunos consejos generales para los padres que quieren mejorar el habla y el lenguaje de sus hijos: "Hablen a su hijo sobre lo que le interesa. Léale a menudo. Si se está en un hogar bilingüe, háblele y léale en el idioma en que se sienta más cómoda. Hable clara y naturalmente, y use palabras reales. Muestre interés cuando el niño habla".
Y, por sobre todas las cosas, escuche lo que su hijo le está diciendo.

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