viernes, 2 de mayo de 2008

Una edad mágica (3 a 4 años)


Existen amigos invisibles de muchas clases y cumplen diversas funciones.
Esta edad, propensa a su aparición, es la misma en que los niños descubren y se entregan con intensidad a todo tipo de juegos de simulación, transitan con libertad de lo real a lo imaginario, de lo posible a lo imposible. La fantasía es una gran proveedora a la que recurren para la satisfacción de sus deseos.
Gracias a ella, ponen los cimientos de la capacidad de crear, de imaginar, de ir más allá de lo evidente y lo inmediato.

En esta edad en la que hay lugar para tantas fantasías, caben también estos personajes, que alcanzan su apogeo entre los tres y los cinco años para desparecer hacia los seis cuando llega la "edad de la razón".
Los amigos imaginarios cumplen muchas funciones. Dan al pequeño un sentimiento de poder y control, ya que puede mandar sobre ellos. Están disponibles cuando no hay compañeros para jugar y además se les puede echar las culpas de las travesuras.

Están los que lo pueden todo. son como un héroe o su hermano mayor, que viene a sacarlos de apuros. Con poderes mágicos o sin ellos, poseen recursos y habilidades de las que carece quien las concibe. son valientes, no temen a los monstruos ni a las brujas. Cumplen la función de darle al niño una sensación de poder frente a situaciones que lo desbordan.
También estan aquellos amigos invisibles que cargan con las culpas de haber hecho alguna travesura, mediante este recurso tan sencillo, el niño trata de evadir tener que dar engorrosas explicaciones.
Y por último están aquellos que son amigos fieles, su misión es dar compañía…

No debemos asustarnos de estos nuevos miembros de la familia que un buen día se irán por donde han venido, y habrán ayudado a nuestros niños en la
ardua tarea de crecer.